Ácido hialurónico y toxina botulínica: el binomio perfecto de la armonización orofacial

Ácido hialurónico y toxina botulínica: el binomio perfecto de la armonización orofacial

Ácido hialurónico y toxina botulínica: el binomio perfecto de la armonización orofacial

La región perioral es sumamente importante para lograr una armonía y naturalidad en los resultados integrales del rejuvenecimiento facial, primordialmente a través de la combinación del ácido hialurónico y toxina botulínica, al mejorar surcos, arrugas, hipertonicidades, desproporción, deficiencia volumétrica, asimetría y flacidez, entre otros.

A continuación, se explican los beneficios que, tanto la toxina botulínica como el ácido hialurónico, pueden ofrecer para mejorar la estética facial del tercio inferior del rostro. 

Surcos nasogenianos

Su profundidad generada por el paso del tiempo puede mejorarse con toxina botulínica, siempre y cuando de forma simultánea se requiera descender milimétricamente el labio superior para no tapar los dientes. Al relajar con este fármaco los músculos elevadores de los labios, los surcos nasogenianos se suavizarán y marcarán menos al sonreír. En cuanto al uso de ácido hialurónico, idealmente se recomienda inyectarlo en dermis profunda, a un milímetro por dentro de los surcos nasogenianos utilizando cánula, pero sin olvidar que preferentemente su desvanecimiento podrá lograrse al reposicionar supraperióstica e intradérmicamente primero el área cigomática.

Labios 

Al envejecer, los labios sufren adelgazamiento de sus bermellones, alargamiento del labio externo superior, descenso de las comisuras y formación de arrugas periorales conocidas como código de barras. 

La toxina botulínica perioral está indicada sólo para casos donde el código de barras se ha generado por un hábito nocivo de hipertonicidad de la musculatura de los labios. Cuando la causa de estas arrugas está relacionada más por fotodaño o envejecimiento cronológico, lo ideal será tratar con peelings o ácido hialurónico. El ácido hialurónico se utiliza para suavizar las líneas de marioneta perpendicularmente a estas, al inyectarlo intradérmicamente por medio de aguja o cánula. En cuanto a los bordes bermellones se podrán enmarcar o realzar al perfilarlos y en caso de que su atrofia los haya adelgazado demasiado, también para darles un poco de volumen o hidratación con las diversas reologías de los ácidos hialurónicos. 

Líneas de marioneta y comisuras labiales

Estos surcos, son uno de los principales signos que manifiestan la edad y se generan por flacidez cutánea, resorción de maxilares, pérdida de masa dentaria, función a largo plazo o hipertonicidad de los músculos depresores de las comisuras y por descenso de los compartimentos grasos como el jowl.

Para este caso, la toxina botulínica puede prevenir en caso de hipertonicidad de los músculos depresores de las comisuras, así como la formación de los surcos de marioneta, cuando se aplica desde una edad temprana, sin embargo, este fármaco no otorga su corrección, una vez que ya se han formado. El ácido hialurónico para las líneas de marioneta puede suavizarlas idealmente cuando se realiza un lifting o full fase, tratando de reposicionar el descenso de los tejidos desde el área temporal, maxilar, cigomática y mandibular. Al final de haber tratado todas estas áreas, podrá complementarse directamente dentro de las líneas de marioneta, inyectando el hialurónico a nivel intradérmico, por medio de aguja o preferentemente cánula.

Mentón

En este caso, cuando existe una hipertonicidad del músculo del mentón, la piel irregular de esta área puede ser el motivo de consulta de personas que desean mejorar su aspecto de envejecimiento. 

Con toxina botulínica se podrá relajar esta musculatura para suavizar su superficie. Por otra parte, el ácido hialurónico ofrece mejoría del mentón al recuperar su volumen, mismo que coadyuva durante la perfilación mandibular donde la flacidez es más notoria. Este inyectable de hialurónico para mejorar el área del mentón debe combinarse con técnicas supraperiósticas al utilizar aguja y, subcutáneamente, por medio de cánula.

Mandíbula

La pérdida de definición mandibular se genera por ser el área inferior de la cara en donde se conjunta la mayoría de los signos de flacidez, por pérdida y descenso de los tejidos faciales.

La toxina botulínica puede favorecer su firmeza, al relajar los músculos depresores de las comisuras y el músculo platisma, al inyectarla a nivel de su cuerpo y borde inferior, según el caso.

Y el ácido hialurónico coadyuva a la definición de la mandíbula por medio de técnicas lineales intradérmicamente y con el uso de una cánula.

Para la aplicación de toxina botulínica y ácido hialurónico facial esperamos a médicos en el Diplomado en Medicina Estética y a odontólogos en el Diplomado  en Armonización Orofacial del CEEI, para dominar las técnicas y garantizar resultados seguros y satisfactorios. 

Referencias:

  • Cruz Hoyos. DERECHOS RESERVADOS 03-2007-02812114400-0 DERECHOS RESERVADOS 03-2007-02812114400-0
  • Iriarte Roca R. Técnicas de relleno facial con ácido hialurónico y neuromodulación para el rejuvenecimiento perioral. Revisión sistemática. Medicina Estética. 2018;56(3):6‑13. https://doi.org/10.48158/MedicinaEstetica.056.01