La bioestimulación es mucho más que un simple procedimiento. Se trata de una serie de tratamientos profesionales diseñados para mejorar la función y estructura de la piel, utilizando técnicas avanzadas y productos especializados.
Estos tratamientos se centran en revitalizar la apariencia de la piel, mejorando su hidratación, luminosidad, textura, suavidad y firmeza. Desde la reducción de arrugas y surcos hasta la atenuación de cicatrices de acné, la bioestimulación ofrece una amplia gama de beneficios.
El efecto de rejuvenecimiento a través de la bioestimulación puede generarse mediante una variedad de estímulos físicos, como la radiofrecuencia, láser, ultrasonido y la luz intensa pulsada, pero también mediante el uso de sustancias químicas aplicadas tópicamente, como el ácido retinoico y los alfa hidroxiácidos, que inducen la remodelación cutánea y mejoran la función de la piel.
Además de la bioestimulación física o química, esta también puede promoverse mediante la inyección de diversos productos como el ácido poliláctico, la hidroxiapatita de calcio y la policaprolactona. Estos productos actúan estimulando a los fibroblastos y causando una inflamación local, pequeña y controlada, para así promover la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
En los diplomados del Centro Educativo en Estética Interdisciplinaria (CEEI), descubrirás una amplia variedad de productos, protocolos y técnicas diseñadas para potenciar la colagenización de la piel. Prepárate para ofrecer a tus pacientes algunas de las mejores opciones disponibles para revitalizar, reafirmar y mejorar su piel de manera duradera y efectiva.