Errores comunes en fotografía clínica y cómo evitarlos
La fotografía clínica se ha convertido en una herramienta indispensable a la hora de documentar los casos clínicos de nuestros pacientes, pues nos permite llevar un historial de los tratamientos realizados, realizar el seguimiento de los pacientes, así como ver sus avances, contrastando las fotografías del antes y después de cada uno de los procedimientos aplicados. Sin embargo, dominar esta técnica requiere práctica y conocimiento. Muchos profesionales de la salud se enfrentan con obstáculos que afectan la calidad de sus imágenes.
En este artículo, revisaremos los errores más comunes en fotografía clínica y te daremos consejos prácticos para evitarlos.
1. Iluminación inadecuada:
Problema: La iluminación es clave en fotografía. Una iluminación deficiente genera sombras, sobreexposición o subexposición, afectando la nitidez y el detalle de la imagen.
Solución:
- Invierte en un buen flash anular: proporciona una luz uniforme y elimina las sombras.
- Ajusta la potencia del flash: evita la sobreexposición que "quema" la imagen o la subexposición que la oscurece.
- Usa difusores: suavizan la luz y reducen las sombras.
- Controla la luz ambiental: evita la luz natural directa que puede generar sombras indeseadas.
2. Composición descuidada:
Problema: Un mal encuadre o un fondo distractor desvían la atención del sujeto principal.
Solución:
- Encuadre correcto: centra el área de interés y utiliza la regla de los tercios para una composición más atractiva.
- Fondo neutro: utiliza un fondo negro o azul para resaltar las características que deseas y evitar distracciones.
- Elimina objetos innecesarios: asegúrate de que no haya elementos que interfieran en la imagen.
3. Enfoque deficiente:
Problema: Una imagen desenfocada pierde nitidez y detalle, dificultando la visualización de lo que deseas destacar.
Solución:
- Utiliza la función macro de tu cámara: permite enfocar objetos pequeños a corta distancia.
- Estabiliza la cámara: usa un tripie o apoya los codos para evitar movimientos.
- Ajusta el enfoque manualmente: asegúrate de que el área de interés esté perfectamente nítida.
4. Falta de planificación:
Problema: No tener un objetivo claro o no preparar al paciente puede resultar en fotos inadecuadas o incompletas.
Solución:
- Define el objetivo de la foto: ¿qué quieres mostrar?
- Prepara al paciente: muestra distintos ángulos de la cara del paciente para que se aprecie mejor el tratamiento realizado.
5. Edición excesiva:
Problema: El exceso de edición puede distorsionar la realidad y afectar la interpretación clínica.
Solución:
- Edita con moderación: ajusta el brillo, contraste y nitidez de forma sutil.
- Evita filtros y efectos especiales: pueden alterar los colores y la textura de la piel.
- Mantén un registro de las ediciones: documenta los cambios realizados para tener un registro preciso.
Dominar la fotografía clínica requiere práctica y atención a los detalles. Evita estos errores comunes y consigue imágenes de alta calidad que te ayudarán a mejorar tu comunicación, diagnóstico y planificación de tratamientos.
Si quieres aprender a documentar de mejor manera tus casos clínicos, asiste al Taller de Fotografía Clínica del CEEI.