En el área de la medicina y estomatología estética, el término de relleno es utilizado desde hace más de 20 años, para referirse a un dispositivo o material principalmente hecho a base de ácido hialurónico, que genera un volumen específico cuando se inyecta en el cuerpo, primordialmente a nivel de cara, con la finalidad de embellecerla, proporcionarla y rejuvenecerla.
Sin embargo, en la actualidad y después de tantos años de conocimiento, experiencia clínica y generación de nuevos rellenos, este término en realidad incluye no sólo diversos tipos de ácidos hialurónicos cuyas características reológicas ofrecen opciones específicas para cada indicación y área anatómica, sino también a los bioestimuladores con o sin capacidad inmediata de generar volumen, pero cuya función se centra en la formación de colágena para suavizar signos importantes del envejecimiento.
Por otro lado, el desarrollo de nuevas técnicas, las cuales consideran la importancia de la anatomía de riesgo para prevenir complicaciones, también ha detonado un gran cambio en el término de rellenos, ya que ahora no sólo se trata de generar volumen, sino también de reposicionar los tejidos para ofrecer un efecto lifting, además de mejorar o suavizar arrugas, surcos, atrofia y deshidratación, generando a su vez, una mejor textura y lozanía de la piel.
Es así como hoy en día, el término de rellenos incluye una gran variedad de dispositivos como agujas, cánulas y guías; de productos como hialurónicos, policaprolactona, hidroxiapatita de calcio y ácido poliláctico; así como de técnicas de vectorización relacionadas con la línea facial, técnica de dominó o técnica 3PF para abordar todo el rostro.
Concluyendo, un relleno en medicina y estomatología estética es un producto que se utiliza para prevenir o atenuar los signos de envejecimiento y para proporcionar las áreas del rostro con el fin de destacar su belleza. Su aplicación requiere de conocimiento y habilidades por parte del profesional que desee ofrecer un resultado seguro y eficiente. Lo anterior se puede conseguir a través de una capacitación continua y competente para dominar el área, como la que se da en el diplomado en medicina estética del CEEI.