Relación entre psicología y medicina estética

Relación entre psicología y medicina estética

La medicina estética está en constante evolución e integra mucho más que sólo la búsqueda de la belleza externa. Bajo este contexto, la integración de la psicología en esta área ha de considerarse como un componente esencial para lograr resultados satisfactorios y respaldar el bienestar holístico de los pacientes. Hay varios factores que han de tomarse en cuenta para favorecer lo anterior:

1.⁠ ⁠Entender las expectativas y motivaciones

Antes de cualquier procedimiento estético, comprender las expectativas y motivaciones del paciente es fundamental. La psicología desempeña un gran papel al explorar las razones detrás de la búsqueda de la mejoría física, por lo cual es ideal al menos formularle estas dos preguntas al paciente: ¿es una elección personal o lo decide más bien desde una presión externa por verse de determinada manera?; ¿cuál es la conexión que percibe entre su autoimagen y la decisión de realizarse el tratamiento en cuestión? Estas preguntas le proporcionarán información valiosa al profesional de la salud para poder brindar  tratamientos personalizados y, de esa forma, gestionar adecuadamente las expectativas del paciente.  

2. Mantener una comunicación efectiva

La habilidad del profesional de la salud para comunicarse eficazmente con el paciente es fundamental y es aquí donde la psicología se relaciona con la práctica clínica. La empatía y la escucha activa son herramientas poderosas para establecer una conexión significativa con el paciente. Una comunicación clara y honesta no sólo construye la confianza, sino que también ayuda a disipar la ansiedad y mitigar posibles preocupaciones psicológicas asociadas con los procedimientos estéticos.

3. Gestionar el dolor y la ansiedad

El miedo al dolor y la ansiedad son factores comunes antes de cualquier procedimiento estético. Integrar técnicas psicológicas como la respiración y visualización, puede ayudar a reducir la ansiedad. Además, mencionar lo que se puede esperar del procedimiento, así como el manejo del dolor, contribuirán a crear una experiencia más positiva para el paciente, impactando favorablemente en su bienestar psicológico durante y después del tratamiento.

4. Dar seguimiento tras el procedimiento estético

La atención no debe de acabarse una vez completado el procedimiento estético. Dar seguimiento al paciente para ver cómo se ha sentido, así como para preguntarle si está satisfecho con el tratamiento que se le realizó, ayudará a gestionar las expectativas en relación con los resultados y abordar cualquier preocupación emergente que pudiera llegar a tener.

La integración de la psicología en la medicina estética constituye un gran paso hacia un enfoque más integral de la salud.

Al comprender y abordar la dimensión psicológica de los pacientes, los profesionales de la salud no sólo mejorarán los resultados físicos, sino que también contribuirán de forma significativa a la construcción de una relación más sólida y positiva entre el paciente y su autoimagen, promoviendo así un bienestar más completo y duradero a través del tiempo.