Tipología psicológica para la atención del paciente en estética

Tipología psicológica para la atención del paciente en estética

Tipología psicológica para la atención del paciente en estética

Esta tipología psicológica se desarrolló a partir del análisis de 270 pacientes que asistieron a servicios de medicina estética. Esta clasificación busca comprender las motivaciones y características psicoemocionales que influyen en la búsqueda de mejoras estéticas, con el objetivo de guiar el tratamiento, seguimiento y pronóstico, facilitando la identificación de necesidades y la creación de un diagnóstico emocional para optimizar el desarrollo y seguimiento del tratamiento, tanto para el paciente como para el especialista, señalando además que algunos pacientes pueden requerir atención especializada en caso de trastornos de la personalidad. A continuación, se enumera cada tipo de paciente:

Tipo I.- Ideal: Madurez, seguridad, estabilidad y flexibilidad

El paciente "Ideal" se caracteriza por una madurez integral a nivel físico, psíquico, moral y social, lo que le permite una comunicación fluida, una actitud abierta y flexible, seguridad en sí mismo, buena autoestima, y toma de decisiones conscientes y responsables. Emocionalmente estable y equilibrado, este paciente prioriza su salud y belleza, acude a sus citas, se muestra receptivo a propuestas y cambios sin ser conflictivo, y su estabilidad se mantiene a menos que surjan conflictos internos o externos. Su madurez y flexibilidad facilitan la comunicación con los especialistas, quienes no necesitan ser especialmente cautelosos al interactuar con él.

Tipo II.- Fan: Inconformidad con la apariencia, en busca de un modelo a seguir

El paciente "Fan" se caracteriza por una inconformidad con su apariencia y una fuerte tendencia al fanatismo, buscando parecerse a modelos que considera atractivos o interesantes, lo que a menudo refleja una baja autoestima y una búsqueda de una imagen incompatible con su propia personalidad. Este fanatismo puede dirigirse hacia el médico, cuestionando sus hábitos y productos, o hacia artistas, con una disposición a someterse a cualquier procedimiento para lograr un parecido, aunque sea irreal. En el tratamiento, este paciente suele ser constante pero exigente, por lo que es crucial establecer expectativas realistas, enfatizar su singularidad y advertirle sobre las limitaciones para evitar la desvalorización del médico si no se alcanzan sus ideales de parecido.

Tipo III.- Demandante: Perfección, Exigencia, Rapidez 

El paciente "Demandante" se caracteriza por una necesidad constante de obtener lo que desea en términos de calidad, precio, tiempo y atención, mostrando una naturaleza exigente y poco conformista que, si no se satisface adecuadamente, puede llevar al abandono del tratamiento. Esta categoría se subdivide en Demandante-Exigente, que busca la perfección en cada detalle; Demandante-Contratiempo, con limitaciones de tiempo y posibles reclamos infundados por resultados rápidos; Demandante-Desquite, que compara su tratamiento con el de otros buscando equidad entre lo que paga y recibe; y Demandante-Obsesivo, con un perfeccionismo y necesidad de orden estrictos. El manejo de estos pacientes requiere ofrecer lo mejor, resolver dudas, ser comprensivo y tolerante, enfatizar que no todo necesita ser perfecto o rápido para ser efectivo, evitar comparaciones con otros tratamientos y, fundamentalmente, satisfacer sus expectativas para asegurar su continuidad.

Tipo IV.- Cauteloso(a): Desconfianza, Decepción, Inconformidad

El paciente "Cauteloso" se caracteriza por la desconfianza, la decepción y la inconformidad, generalmente originadas por experiencias previas de tratamientos fallidos o expectativas no cumplidas, lo que lo mantiene en un estado de alerta constante ante cualquier signo que pueda confirmar su falta de fe en el especialista. Esta categoría se divide en Cauteloso-Defraudado, que generaliza una mala experiencia previa a cualquier tratamiento futuro; Cauteloso-Inconforme, que cuestiona la idoneidad del tratamiento actual si no satisface sus expectativas; y Cauteloso-Desconfiado, cuya desconfianza surge internamente, creyendo en la ineficacia de cualquier tratamiento y dudando de la competencia del especialista. Para manejar a estos pacientes, es crucial advertirles cómo su cautela puede nublar su percepción de los avances, crear un ambiente de confianza para disipar sus temores y dudas, y así establecer una mejor relación terapéutica.

Tipo V.- Inconstante: Poca estabilidad, Desidia, Cambios abruptos

El paciente "Inconstante" se caracteriza por una falta de estabilidad en sus opiniones y resoluciones, mostrando incertidumbre, duda y desidia que lo llevan a la inconstancia y a una dificultad para tomar decisiones firmes, reflejando una falta de responsabilidad consigo mismo y, a veces, respeto hacia el especialista. Esta categoría se divide en Inconstante-Desidioso, que posterga compromisos por sentirse incapaz o evitar el esfuerzo; Inconstante-Cambiante, que modifica sus decisiones constantemente en busca de una estabilidad esquiva; e Inconstante-Molesto, que acosa al especialista con peticiones de tratamientos, descuentos y comisiones para obtener beneficios antes de desaparecer del consultorio debido a su falta de continuidad. El tratamiento con estos pacientes a menudo muestra resultados insatisfactorios por su inconstancia, por lo que es crucial concientizarlos sobre la importancia de la adherencia y abordar las razones subyacentes a su falta de compromiso.

Tipo VI.- Status dependiente: Liquidez, Falta de recursos

El paciente "Status Dependiente" se caracteriza por la fuerte influencia de su posición económica en la toma de decisiones y la consecución de objetivos, dividiéndose en Status Dependiente-Libre, individuos con buena situación económica que satisfacen sus deseos y buscan estar a la moda, a veces de forma presuntuosa e innecesaria, y Status Dependiente-Abstemio, pacientes que evitan gastos que afecten su economía, buscando alternativas más accesibles para satisfacer sus deseos. En el tratamiento, se busca complacer al paciente Libre sin fomentar excesos innecesarios, mientras que al paciente Abstemio se le sugieren opciones económicas y convenientes.

Tipo VII.- Intolerante: Baja tolerancia al dolor, Flexibilidad de tratamiento

El paciente "Intolerante" se caracteriza por una baja tolerancia al dolor y a cualquier tipo de malestar, experimentando genuinamente las situaciones como difíciles de soportar, por lo que buscará tratamientos suaves y abandonará aquellos que perciba como agresivos para evitar el sufrimiento. Para manejar a estos pacientes y asegurar su continuidad, es crucial informarles desde el inicio sobre la intensidad de los tratamientos y priorizar las opciones más suaves y leves que puedan brindarles beneficios sin exceder su umbral de sensibilidad.

Tipo VIII.- Dismórfico (a): Aparente fealdad, mala construcción de la identidad

El paciente "Dismórfico" se caracteriza por una percepción distorsionada de su apariencia, sintiéndose especialmente feo o deforme debido a una mala construcción de su identidad y autoconcepto, lo que dificulta enormemente el trabajo en cualquier tratamiento estético ya que nunca percibe resultados satisfactorios a pesar de la realidad. Este tipo de paciente requiere una intervención psicológica, y a veces psiquiátrica, complementaria al tratamiento estético, dado que su problema radica en una profunda construcción mental de rechazo hacia su propio aspecto, haciendo difícil cualquier intento de persuasión o ánimo por parte del especialista.

Tipo IX.- Baja autoestima: No aceptación de sí mismo

El paciente con “Baja autoestima” se caracteriza por una baja autoestima, reflejada en una falta de aceptación de sí mismo y una autoevaluación negativa persistente, incluso cuando la realidad objetiva contradice su percepción. Este individuo experimenta dificultades para valorarse y quererse, lo que obstaculiza su deseo de mejorar y cambiar su perspectiva. En el contexto del tratamiento, se recomienda derivar a este paciente a un profesional de la psicología para abordar los aspectos emocionales y psíquicos subyacentes a su baja valía personal.

Bibliografía

Encuesta realizada a 268 pacientes del servicio de Medicina Estética de Sánchez Almanza & Asociados en marzo del 2006, con la finalidad de realizar un análisis y clasificación desde el punto de vista psico-emocional de los diferentes tipos de pacientes que asisten a un servicio de Medicina Estética.

GALIMBERTI U., Diccionario de Psicología, 1ª ed.,  México: Siglo XXI editores

CAMERON N., Desarrollo y psicopatología de la personalidad, 9ª reimpresión, México: Trillas