El ácido hialurónico inyectable se ha convertido en un aliado poderoso en el mundo de la estética facial, brindando resultados notables en la restauración de la juventud y frescura de la piel. Es esencial conocer algunas zonas del rostro que pueden beneficiarse con este tipo de producto inyectable.
1. Labios:
Los labios son un sitio frecuente para aplicar ácido hialurónico, ya que ayuda a realzar su forma, definición y volumen. Este tratamiento sutil puede lograr labios más proporcionados, bellos y jóvenes, de manera natural.
2. Pómulos:
La aplicación de ácido hialurónico en los pómulos puede restaurar el volumen perdido con los años, creando un efecto de levantamiento que mejore la apariencia de pacientes con hipoplasia maxilar y para suavizar los surcos nasoyugales y nasogenianos, mismos que a su vez también pueden mejorarse directamente con más hialurónico, con el fin de rejuvenecer el rostro.
3. Líneas de marioneta:
Esas líneas que se extienden desde la comisura de los labios hacia la mandibula pueden suavizarse con ácido hialurónico, ayudando a reducir la apariencia de tristeza o cansancio.
4. Rinomodelación:
El ácido hialurónico es el producto ideal en muchos casos, para mejorar la forma, tamaño y proporción de la nariz con el resto del rostro, sin tener que someterse a un procedimiento quirúrgico.
5. Áreas alrededor de los ojos:
Tanto para ojeras como para mejorar líneas finas como las patas de gallo, el ácido hialurónico resulta un complemento ideal para mejorar esta área del rostro y revitalizar la mirada.
En resumen, el ácido hialurónico ofrece una variedad de posibilidades para rejuvenecer y realzar distintas zonas del rostro. Descubre como se aplican estos tratamientos, acudiendo a nuestro curso de rellenos faciales en el CEEI.